Radio Universidad de San Juan

Democracia con acento sanjuanino: la UNSJ eligió en paz en un país en permanente tensión.

En medio de un país donde la política se vive con los dientes apretados, donde hablar de elecciones remite a proscripciones, operaciones mediáticas y un Congreso en estado de sitio emocional, la Universidad Nacional de San Juan dio una clase magistral de democracia en serio.

Entre el 11 y el 23 de junio de 2025, casi 20.000 personas —entre docentes, nodocentes, estudiantes y egresados— participaron de un proceso electoral ordenado, plural y profundamente respetuoso, como si el predio universitario estuviera encapsulado en otro tiempo, uno donde las reglas se cumplen y el diálogo todavía importa.

Una comunidad que eligió sin gritos, sin agresión y con respeto por las diferentes ideologías.

En una Argentina donde la política nacional se parece cada vez más a un reality show decadente, en la UNSJ hubo debates y propuestas. Nuestra Casa de Altos Estudios  puso en valor lo que afuera parece olvidado: que elegir es también una forma de construir comunidad.

El rol de los medios universitarios: poner todas las opciones sobre la mesa.

Mención especial merecen la Secretaria de Comunicación y los medios de la UNSJ: Radio Universidad, Canal Xama y el portal institucional, que cubrieron el proceso con profesionalismo, transparencia y pluralidad. Cuando los grandes medios nacionales editorializan más que informan, acá se optó por contar con claridad y dejar que el votante piense por sí mismo.

Y no fue solo comunicación: fue educación política activa. Algo que, seamos honestos, hoy escasea.

Mientras tanto, en el país…

Mientras Argentina vive una campaña política en modo guerra fría, con candidaturas bloqueadas, fallos judiciales expréss, campañas vacías de contenido y una ciudadanía anestesiada, la elección universitaria parece una anomalía feliz.

La paradoja es al menos inquietante: cuesta creer que en un país donde la grieta se volvió una zanja, una casa de altos estudios logre lo que el Congreso no puede: que sectores opuestos convivan y que las urnas decidan, no el algoritmo ni la furia.

Cuando la Universidad enseña democracia.

Lo que pasó en la UNSJ no es menor. Demuestra que, en una Argentina tensionada al extremo, hay espacios donde la política todavía se discute sin violencia, donde se gana y se pierde sin romper todo, y donde las instituciones siguen siendo eso: instituciones, no trincheras.

Porque la Universidad es mucho más que un edificio o un presupuesto: es la única fábrica real de futuro que tiene este país. Es donde el hijo del obrero, la hija de la empleada y el nieto de la migrante pueden soñar en igualdad. Mientras afuera todo arde, adentro se sigue sembrando conocimiento, dignidad y esperanza. Y no hay motosierra que pueda cortar eso.

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